El mundo greco-latino decidió, sin ningún género de duda, las formas de vida occidentales. Y, en parte también, las del resto de las sociedades modernas, al menos por lo que hace a la esfera intelectual.
El latín y el griego no son sólo declinaciones y alfabetos. Incluyen hoy, además de unas nociones básicas de lengua y gramática, un amplio abanico de conocimientos que engloba ciencia, política, economía, pensamiento o literatura.
Estudiar latín y griego facilita el aprendizaje de otras lenguas.La enseñanza de las lenguas clásicas imita los métodos didácticos de los idiomas modernos.
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